Desde un punto de vista histórico:
Desde un punto de vista hortícola:
Desde un punto de vista ecológico:
Desde un punto de vista urbanístico:
Desde un punto de vista sociológico:
Desde un punto de vista económico:
- Perpetua la historia hortícola de Pamplona tristemente ya desaparecida o muy degradada en otros puntos de la ciudad.
- Salvaguarda un importante patrimonio etnográfico y la cultura popular del agua y las riadas.
- Conserva un valiosísimo patrimonio urbanístico y el mejor exponente de combinación entre la arquitectura rural tradicional y el urbanismo estival burgués de principios del siglo XX.
- Recrea espacios verdes y vías de acceso y comunicación entre el centro histórico y los barrios de extramuros muy consolidados en la tradición y conformación histórica de Pamplona.
Desde un punto de vista hortícola:
- Magnifico exponente de espacio agrícola periurbano.
- Pionero en cuanto a desarrollo de producto de comercialización ecológica, estacional y de cercanía.
- Claro exponente de las líneas de estudio europeas que demandan productos saludables, experiencias de consumo directo, cooperativas de consumidores y productores, canales cortos de comercialización, auto consumo, huertos comunitarios… aspectos todos ellos presentes desde hace décadas en Arantzadi.
- Tierras anexas al cauce del río y muy fértiles (pueden llegar a producir 4 cosechas al año), que no deben desaparecer.
Desde un punto de vista ecológico:
- El parque hortícola que hoy en día es Arantzadi absorbe más CO2 que un bosque (aproximadamente 25-30 toneladas de CO2 al año frente a 5-6), por tanto ayuda a absorber la polución, favoreciendo la calidad del aire que respiramos en la ciudad.
- El ahorro en transporte y refrigeración de las aproximadamente 500 toneladas de hortalizas que producen las huertas y se consumen en los mercados de la propia Iruña elimina otro importante elemento de contaminación ambiental.
- Ayuda a independizarnos de energías exteriores, como el petróleo. Las huertas agroecológicas no dependen de fertilizantes procedentes del petróleo, además del ahorro en embalajes y combustible por la cercanía entre productor y consumidor.
- Disminuye la contaminación lumínica y sonora generada por la ciudad.
- Es un importante foco de mantenimiento de la biodiversidad de la comarca, pues la menor presión urbana posibilita el hábitat de especies vegetales y animales de interés como la Garza Real, la Polla de Agua, el Martín Pescador, etc.
- Disminuye la “huella ecológica” o impacto sobre el medio.
Desde un punto de vista urbanístico:
- El meandro actual conforma un claro ejemplo de espacio multifuncional y autosostenible.
- Plantea el paisaje no tan solo como un recurso económico sino también social, integrando factores emocionales, culturales y sociales.
- Además de su valor paisajístico posee un paisaje útil y productivo, del que carecen otros espacios verdes de Iruña.
- Conserva elementos, arbolado y edificios catalogados; como Casa Arraiza, Irujo o el antiguo Convento de las Agustinas.
- Aporta más complejidad y variedad a la ciudad acercando imágenes del sector primario al corazón mismo de la moderna Pamplona.
- Constituye un importante pulmón verde de esparcimiento sosegado y referencial para una buena parte del vecindario de Casco Viejo, San Pedro, Chantrea o Rochapea.
Desde un punto de vista sociológico:
- Importante exponente de un prolongado proceso de antropización y elaboración sociocultural heredado.
- El conocimiento local fomenta la participación ascendente, la mejor planificación y su mayor eficacia e integración.
- Desarrolla dinámicas de participación pública, auto consumo y generación de empleo local y ocio productivo.
- Se mantiene la presencia de agricultores en activo cercana al resto de la ciudadanía
Desde un punto de vista económico:
- La sostenibilidad del actual espacio hortícola favorece su mantenimiento prácticamente a coste cero para las arcas municipales frente a los demás parques convencionales.
- Los diferentes arrendatarios podrán proporcionar una importante cuantía de ingresos al Ayuntamiento por el alquiler y explotación de la zona, además de generar más de un puesto de trabajo.
- Aumenta la autosuficiencia alimentaria de la ciudad con un comercio directo y propio.
- Genera empleo local en el sector primario y precios asequibles.